Preparación IV Macrha el Hornazo

  Como ya publiqué anteriormente la IV Marcha el Hornazo ya está al caer. Yo cuento con el dorsal número 3 ya que mi impaciencia era máxima.
  Este año queríamos realizar la ruta con un buen tiempo por lo que una semana antes hemos decidido realizarla para básicamente dos cosas, entrenar con una ruta muy fuerte y recordar los sitios donde tenemos que apretar para ganar tiempo. También hemos decidido el material que vamos a llevar. Muy distinto al del año pasado. Esta vez va a hacer mucho más calor y, además, queremos ir muy ligeros de peso. No vamos a llevar mochila, tenemos planificado lo que vamos a tomar en cada avituallamiento así como donde están localizadas las fuentes donde podemos reponer el agua. También queremos llevar un gel energético para la cuesta del kilómetro 25 subirla a muy buen ritmo.
  Nuestro propósito es hacerla en un tiempo entre 3 y 3 horas y media. Como era un entrenamiento e íbamos más gente hemos tardado unas cinco horas, nos lo hemos tomado con muchísima tranquilidad.
  También hemos visto que los que llegan primeros suelen ponerse en unos 55 minutos en el primer puerto por lo que queremos llegar entre los tiempos de una hora y una hora diez.

  No hay mucho más, esto es todo. Esperemos que mi acompañante en esta ruta, Sergio, (visitad su blog) y yo nos levantemos con buen cuerpo y consigamos nuestro objetivo. Aquí os dejo la ruta ↓

Primera ascensión al Mont-Blanc

  He redactado una pequeña narración sobre la primera ascensión al Mont-Blanc, he recogido información de muchos sitios y folletos y al final la he escrito, aquí está:

  Mil setecientos sesenta, calle principal de la antigua ciudad de Chamouni, ahora llamada Chamonix y futura Rue du Docteur Paccard. Un científico de la ciudad de Ginebra,  Horace Benedict de Saussure, camina por dicha calle. Lo primero que hace es acudir a la principal autoridad del pueblo y anunciar que ofrece una gran recompensa al primero que consiga ascender la cima del Mont-Blanc.

  Pasan cinco años de organización y revuelo de la población para intentar conquistar la cima de la “montaña maldita”, superstición que también hace más difícil su ascensión. Así, en julio, durante la época estival, cuatro montañeros de Chamonix consiguen superar los Grands Mulets, gran avance para ser la primera expedición, ya que han sobrepasado los tres mil metros pero, en septiembre de este mismo año, otros dos alpinistas, entre ellos M.G Paccard, médico y persona que iba a realizar muchos intentos, prueba de nuevo, esta vez llegando hasta la base de la aguja de Gouter. Todas las expediciones son seguidas desde un resquicio de la transcurrida y principal calle de Chamonix, ahora convertida en un observatorio veinticuatro horas. 

  El bullicio de la gente hace palpable el nerviosismo que se siente al haber llegado tan lejos dentro de la “montaña maldita”, la población siente como si se hubiese profanado un lugar inexpugnable a pesar de no haber tocado dicha cima.

   Se realizan más de seis intentos, todos ellos fallidos y en gran parte protagonizados por Paccard, hasta que en 1786, el 7 de agosto tras otro intento hace un mes, Jacques Balmat y M.G Paccard realizan un vivac en la Montagne de la Cote para, el 8 de agosto, a las seis y media hacer cima en el Mont-Blanc, controlados con prismáticos desde Chamonix. Paccard, en los Rochers Rouges, pierde su sombrero lo que hace que al regreso tenga que ser guiado por Balmat cogido de la mano ya que se ha vuelto casi ciego. La noche les alcanza al regreso por lo que tienen que parar antes de llegar al vivac de la Jonction que realizaron al principio. Al día siguiente, regresan a Chamonix sanos y salvos recibidos por una gran multitud de gente debido a que la noticia enseguida es conocida en todo el pueblo. Esta ascensión ha sido considerada como el inicio del alpinismo.

 En honor a Michel Gabriel Paccard, una de las calles más transitadas y principales de Chamonix lleva su nombre, la “ Rue du Docteur Paccard” en la que cerca también está situada una estatua en honor a los dos alpinistas.